La mansión abandonada de Felipe González, nuevo reclamo turístico en Tánger

La villa del ex presidente a medio construir en la exclusiva playa de Jebila es referencia obligada de los circuitos guiados. Los lugareños explican que el antiguo líder socialista, amigo del rey Mohamed VI, se quedó sin dinero tras su divorcio. La vista sobre la primera playa del Atlántico en África se pierde en el horizonte. Es un enclave privilegiado. El océano parece manso y la arena de tonos cobrizos está desierta. Los guías turísticos de Tánger (Marruecos) tienen a la playa de Jebila como una de sus prioridades. Allí, la mansión abandonada del ex presidente español Felipe González es punto de referencia. La estructura de hormigón, las columnas y los techos con más de tres años de abandono son más que una curiosidad. Los guías se detienen a explicar la historia de la villa inacabada del expresidente socialista. La parcela, de 5.000 metros cuadrados, está en primera línea de mar. Es un privilegio al alcance de muy pocos en una playa donde desembarcaron las inmobiliarias españolas antes del cataclismo del otro lado del estrecho. El proyecto, en manos de la firma A-cero, liderado por el arquitecto de los famosos, Joaquín Torres, tenía prevista una construcción de 600 metros cuadrados, de una sola planta, con amplio jardín piscina y gran parte de la casa acristalada y orientada a las espléndidas vistas marítimas. “Es una zona muy codiciada por los ricos y famosos españoles”; explica el guía local. “Aquí ha comprado terrenos la inmobiliaria del hijo de Jesús Gil, el ex presidente del Atlético de Madrid. Y esa obra paralizada que se ve allí es la casa de González. Se divorció de su mujer, se quedó sin dinero y mandó a parar las obras”, añade el guía. El arquitecto Torres y el ex presidente sufrieron un importante desencuentro a raíz de que el arquitecto, habitual en los platós de televisión, ofreciera detalles sobre la mansión en el extinto y polémico programa La Noria, que emitía Telecinco. Torres acabó enfrentado con la familia Cereceda, promotora de la exclusiva urbanización La Finca, a las afueras de Madrid, donde viven Iker Casillas, Cristiano Ronaldo y media plantilla del Real Madrid. El arquitecto no ha querido hacer comentarios sobre el proyecto que elaboró para el expresidente. González había conocido la zona en su visita al hotel Mirage, ubicado sobre un pequeño montículo desde donde se divisa toda la playa. Los vecinos aseguran que pocos marroquíes pueden darse el lujo de construir en primera línea de playa por lo que –especulan— la ayuda de su amigo, el rey Mohamed VI, fue decisiva para los permisos de edificación. En el lugar se encuentran las cuevas de Hércules, donde el gigante descansó después de separar a África y Europa, según la mitología. Debajo del hotel está el balneario privado de Mohamed VI, justo al lado de unos terrenos propiedad de la familia real saudí. La visita se complementa con la ruta que organizan los guías al cabo Espartel con el viejo faro enclavado justo donde se une el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo. La casa de González había sido valorada en 2,5 millones de euros, pero su precio actual es incierto. Junto a la casa hay otra construcción similar, también construida por la inmobiliaria Gilmar, de Jesús Gil, que está en venta