El Ministerio de Exteriores ha reconocido que la repatriación
forzosa, la semana pasada, de cooperantes de los campamentos saharauis
por el temor a secuestros fue una medida “demasiado radical”, según
informaron ayer fuentes de las organizaciones prosaharauis conocedoras
de las reuniones que ha mantenido esta semana el departamento que
dirige José Manuel García-Margallo con las oenegés.
“Ahora reconocen que eso que decían de la evacuación inmediata por
el riesgo de secuestro no es tanto”, añadieron las mismas fuentes.
En las citadas reuniones también se acordó el regreso progresivo de
los cooperantes a los campamentos de Tinduf (Argelia), explicó el
portavoz de la Coordinadora de ONG al Desarrollo, Antonio González.
Además, las oenegés se comprometieron a adoptar una serie de medidas
para garantizar su seguridad.
Los primeros en regresar a los campamentos llegarán el próximo día 7
y tres días más tarde viajará a Tinduf una delegación de la oenegé
Mundubat a la que pertenece Enric Gonyalons, secuestrado durante nueve
meses junto a Ainhoa Fernández y liberados el 18 de julio.
González explicó que los voluntarios adoptarán un “estricto”
protocolo de seguridad coordinado por el Frente Polisario. Por ello,
deberán mantener una comunicación periódica con Exteriores, estar
localizados, tener un plan de emergencia ante cualquier alerta y
extremar la precaución en todos los desplazamientos que realicen. Salek Ali.
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