(El Pais.com) Las autoridades marroquíes sostienen, en sus conversaciones con interlocutores de EE UU, que el Frente Polisario, que lucha por la independencia del Sáhara, tiene vínculos con la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI), pero desde su Embajada en Argel o desde los campamentos de refugiados, el Departamento de Estado sospecha más bien que los terroristas constituyen una amenaza para el movimiento saharaui y sus huéspedes extranjeros, entre los que hay muchos españoles.
El Sáhara y los saharauis son el tema intramagrebí al que las embajadas de EE UU en la región dedican mayores esfuerzos. Sus cables no solo dan cuenta de las iniciativas diplomáticas, sino que describen la vida en los campamentos de refugiados, la de los saharauis en la antigua colonia española, bajo control de Marruecos, e incluso la de los estudiantes saharauis en las universidades marroquíes. Para impedir el contagio islamista la seguridad saharaui toma medidas. En los cibercafés los refugiados "pueden consultar lo que quieran en Internet, incluida la pornografía o la prensa marroquí, pero no las webs extremistas", señalan las fuentes de EE UU. El Polisario castiga severamente a los que "trafican con personas o armas que puedan servir a los terroristas", pero hace "la vista gorda" sobre el contrabando de gasóleo y de tabaco.
"[...] la juventud saharaui amenaza con reanudar la lucha armada contra Marruecos", insisten los interlocutores de EE UU. El Polisario, en cambio, "alienta" la emigración de jóvenes al Sáhara bajo control de Rabat "para, se supone, reforzar la resistencia y mejorar la inteligencia". Salek Ali.
El Sáhara y los saharauis son el tema intramagrebí al que las embajadas de EE UU en la región dedican mayores esfuerzos. Sus cables no solo dan cuenta de las iniciativas diplomáticas, sino que describen la vida en los campamentos de refugiados, la de los saharauis en la antigua colonia española, bajo control de Marruecos, e incluso la de los estudiantes saharauis en las universidades marroquíes. Para impedir el contagio islamista la seguridad saharaui toma medidas. En los cibercafés los refugiados "pueden consultar lo que quieran en Internet, incluida la pornografía o la prensa marroquí, pero no las webs extremistas", señalan las fuentes de EE UU. El Polisario castiga severamente a los que "trafican con personas o armas que puedan servir a los terroristas", pero hace "la vista gorda" sobre el contrabando de gasóleo y de tabaco.
"[...] la juventud saharaui amenaza con reanudar la lucha armada contra Marruecos", insisten los interlocutores de EE UU. El Polisario, en cambio, "alienta" la emigración de jóvenes al Sáhara bajo control de Rabat "para, se supone, reforzar la resistencia y mejorar la inteligencia". Salek Ali.
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