Según este diario, el Gobierno del PSOE se ha esforzado desde su llegada al poder en 2004 por mantener una postura "equidistante", aunque los cables desvelados por Wikileaks revelan una doble postura del Ejecutivo español en la que, en último caso, se alinea de manera matizada con las posturas de Marruecos.
Sin embargo, según El País, "la oferta marroquí para el Sáhara pareció poco generosa a ojos de la diplomacia española".
El rechazo al Plan Baker
Los 'cables' desvelan que esta doble postura se hizo aún más patente tras el rechazo de Marruecos al plan Baker en 2004, que había obtenido el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Tras aquello, Marruecos presentó una oferta de autonomía que vio la luz en 2007.
Según El País, España respaldó esa oferta desde el primer momento. En 2006, el embajador español en Rabat, Luis Planas, le dijo a su homólogo estadounidense Thomas Riley que "Marruecos debe presentar un plan creíble de autonomía". Planas matizó que antes de pronunciarse sobre el plan, el Gobierno español necesitaría examinarlo, aunque le "ayudará a sentirse cómodo y le apoyará" para que redacte un proyecto serio.
También en 2006, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, entregó a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad un documento en que les proponía abandonar los términos de "descolonización, soberanía e independencia" y sustituirlos por palabras como "regionalización, autonomía y autogobierno" con unos conceptos "similares a los que España ha dado a Cataluña", siempre según el periódico. El propio presidente argelino, Abdelaziz Buteflika le dijo al presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en agosto de 2005, que "los socialistas españoles no han sido honestos con los saharauis."
Según los cables filtrado por Wikileaks, Buteflika se quejó también de que España intentara evitar al Frente Polisario como interlocutor y que propuso a Argelia negociar con Francia y Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara.
Los socialistas españoles no han sido honestos con los saharauis. Según El País, en 2009 Mohamed Cheikh Biadillah, un enviado de Mohamed VI, llevó al presidente Zapatero una carta urgente en la que pedía ayuda para que el mandato de la ONU en el Sáhara (MINURSO) no fuese ampliado y así evitar la supervisión en materias de derechos humanos. España no se pronunció claramente hasta once días después del operativo marroquí por el que se desmanteló un campamento saharaui de El Aaiún, cuando la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, abogó, por primera vez, porque la MINURSO se ocupe también de los derechos humanos. Salek Ali.
Sin embargo, según El País, "la oferta marroquí para el Sáhara pareció poco generosa a ojos de la diplomacia española".
El rechazo al Plan Baker
Los 'cables' desvelan que esta doble postura se hizo aún más patente tras el rechazo de Marruecos al plan Baker en 2004, que había obtenido el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Tras aquello, Marruecos presentó una oferta de autonomía que vio la luz en 2007.
Según El País, España respaldó esa oferta desde el primer momento. En 2006, el embajador español en Rabat, Luis Planas, le dijo a su homólogo estadounidense Thomas Riley que "Marruecos debe presentar un plan creíble de autonomía". Planas matizó que antes de pronunciarse sobre el plan, el Gobierno español necesitaría examinarlo, aunque le "ayudará a sentirse cómodo y le apoyará" para que redacte un proyecto serio.
También en 2006, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, entregó a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad un documento en que les proponía abandonar los términos de "descolonización, soberanía e independencia" y sustituirlos por palabras como "regionalización, autonomía y autogobierno" con unos conceptos "similares a los que España ha dado a Cataluña", siempre según el periódico. El propio presidente argelino, Abdelaziz Buteflika le dijo al presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en agosto de 2005, que "los socialistas españoles no han sido honestos con los saharauis."
Según los cables filtrado por Wikileaks, Buteflika se quejó también de que España intentara evitar al Frente Polisario como interlocutor y que propuso a Argelia negociar con Francia y Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara.
Los socialistas españoles no han sido honestos con los saharauis. Según El País, en 2009 Mohamed Cheikh Biadillah, un enviado de Mohamed VI, llevó al presidente Zapatero una carta urgente en la que pedía ayuda para que el mandato de la ONU en el Sáhara (MINURSO) no fuese ampliado y así evitar la supervisión en materias de derechos humanos. España no se pronunció claramente hasta once días después del operativo marroquí por el que se desmanteló un campamento saharaui de El Aaiún, cuando la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, abogó, por primera vez, porque la MINURSO se ocupe también de los derechos humanos. Salek Ali.
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