
El juicio celebrado en Rabat contra 24 saharauis por la muerte de los once
agentes marroquíes se ha cerrado con ocho condenas a cadena perpetua, otras
cuatro a 30 años y siete más a 25 años de cárcel, entre las penas más duras.
CEAS-Sahara, en un comunicado difundido hoy, considera "injusta" e
"ignominiosa" la condena y señala que los acusados son "defensores de los
derechos humanos del Sahara Occidental".
A juicio de esta asociación, la sentencia es "un gravísimo atentado a la
razón y a las normas más elementales de la equidad y la justicia".
Después de tachar de "Estado despótico" a Marruecos, CEAS-Sahara llama la
atención sobre "el carácter estrictamente político y militar de un proceso que
se ha querido presentar como un ejercicio legítimo y equitativo de la acción de
la justicia".
Reclama además al Gobierno español, al Parlamento y a las instancias
judiciales que "se opongan rotunda y enérgicamente a la desproporcionada
condena", que se manifiesten "totalmente opuestos a tolerar que su revisión sea
utilizada como moneda de cambio en función de intereses espurios del reino
alauí" y que soliciten la liberación de todos los presos políticos.
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