Mientras empresarios de Estados Unidos y Marruecos procuran
fortalecer los vínculos bilaterales,
organizaciones de la sociedad civil
plantean su preocupación por los planes de una firma energética
estadounidense de buscar petróleo en el disputado territorio de Sahara
Occidental.
Representantes de gobierno y del sector privado de ambos países se
reunieron en la segunda Conferencia de Desarrollo Empresarial Estados
Unidos-Marruecos el 10 y el 11 de este mes en Rabat.
El gobierno marroquí espera capitalizar el acuerdo de libre comercio
firmado en 2006 con Washington, presentándolo como una puerta de entrada
a los mercados de Europa, Medio Oriente y África, y alentar las
inversiones estadounidenses.
“En Marruecos están ocurriendo muchas cosas, y la gran pregunta es
cómo realzar aquello que puede atraer las inversiones estadounidenses y
que luego puedan dirigirse a un mercado europeo o al sur, a los mercados
africanos”, dijo a IPS Jean AbiNader, director ejecutivo del Centro
Marroquí Estadounidense de Comercio e Inversiones, creado por el rey
Mohammad VI.
En su política energética, Marruecos ha hecho especial énfasis en la exploración de petróleo y gas.
En la conferencia de esta semana, empresas participantes, como Dow
Chemical, tuvieron la opción de asistir a sesiones sobre el sector
energético del país, subrayando el potencial del reino en materia de
inversiones tanto en fuentes renovables como en las basadas en el
carbón.
Aunque los inversores internacionales en energías renovables
favorecen desde hace tiempo a Marruecos, habilitando la construcción de
plantas solares y parques eólicos, corporaciones estadounidenses y
europeas también procuran concesiones para exploraciones petroleras,
algunas de ellas en Sahara Occidental.
Ese territorio está ocupado casi en su totalidad por Marruecos, pero
la soberanía marroquí sobre la zona no es reconocida por la comunidad
internacional.
Una de las firmas interesadas es Kosmos Energy, con sede en Texas,
que ya inició exploraciones marítimas de hidrocarburos en tres bloques
de la cuenca de Agadir.
El proyecto más polémico es la exploración petrolera que Kosmos
intenta iniciar en octubre en Cabo Bojador, en la costa norte de Sahara
Occidental.
Organizaciones como Western Sahara Resource Watch (WSRW)
cuestionan la legalidad de los negocios de empresas extranjeras con el
gobierno marroquí para explotar recursos de Sahara Occidental.
Rabat “no está dispuesto a permitirle al pueblo (saharaui) el derecho
a la autodeterminación, y la industria del petróleo se está volviendo
un obstáculo para presionar a Marruecos para que acepte ese derecho”,
dijo a IPS el presidente de WSRW, Erik Hagen.
“Los saharauis están parados al margen de este proyecto, moviendo los
brazos y diciendo a las empresas que dejen de hacer esto en nombre del
gobierno marroquí. (Estas compañías) están trabajando con un gobierno
ocupante”, añadió.
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